Jueves Santo

En la tarde de este día, a la misma hora en que Jesús se reunía con sus discípulos para celebrar la primera y única Misa sobre el mundo, también nosotros nos reunimos en la distancia para actualizar y celebrar la Cena del Señor.

No es una tarde cualquiera, no sólo por las circunstancias especiales en las que hacemos memoria de aquel acontecimiento, sino sobre todo por lo que actualizamos de forma sacramental: El memorial de la muerte y resurrección de Cristo, la pascua cristiana que Jesús introduce en la historia a través del rito de aquella Cena solemne.

En estos días, viviremos días inéditos, infinitamente largos, aislados y, sin embargo, más cerca que nunca de nosotros,  porque estos días nos hacen entender, en propia carne, que todos somos necesarios e importantes «si empujamos en la misma dirección».

Jesús no vivió de apariencias. Nos amó hasta el límite y así, nos reconcilió con Dios y con nosotros mismos. El nos dejó su ejemplo para que también nosotros nos amemos de verdad.

Abramos nuestro corazón a Dios y demos sitio al Amor.

Escrito por

es_ESSpanish