«Bendito quien confía en el Señor
y pone en el Señor su confianza.
Será un árbol plantado junto al agua,
que alarga a la corriente sus raíces
… En año de sequía no se inquieta,
ni dejará por eso de dar fruto».
El Señor es fuerza, vitalidad…Sólo resiste lo que descansa en un buen cimiento.